Al planificar una planta de producción de pellets, la mayoría de los interesados imaginan un escenario idealizado donde el aserrín limpio y fresco se comprime en pellets y las ventas se suceden con el conteo de ganancias. Este escenario realmente ocurrió a medida que la tendencia de los biocombustibles se extendió por todo el país. Las astillas de madera de algunas plantas de carpintería se enviaron a los productores de celulosa, los recortes se usaron como leña, las virutas como cama en las granjas, pero el aserrín era un material problemático que se resolvía fácilmente convirtiéndolo en pellets. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de las instalaciones tienen relativamente poco monomaterial, lo que significa que sólo el aserrín o sólo las virutas no son suficientes para una operación rentable. Además, a menudo se vierten diferentes tipos de residuos en un montón común que rápidamente se mezcla con basura extraña, ya que la área de almacenamiento se percibe como un vertedero regular.
No se pueden prever todos los problemas, pero existe una lista de problemas comunes en el procesamiento de materias primas de madera para los cuales desde hace tiempo se han desarrollado varias soluciones. La viabilidad de aplicar estas soluciones depende en gran medida de la logística de las materias primas en la instalación, la región en la que se encuentra y las características tecnológicas del aserradero. Resulta difícil categorizar estos métodos estrictamente como preventivos o reactivos, por lo que se discuten de manera no secuencial, cada uno con sus ventajas y desventajas.